Presentó el conductor de radio y tv el disco Nostalgia musical por el petróleo
El recital devino en emotiva y politizada pachanga
El público salió en defensa del hidrocarburo
Carlos Paul
Dicen que recordar es vivir. En este caso, recordar revitalizó la lucha por defender el petróleo que pertenece a los mexicanos. La noche del pasado domingo en el Teatro de la Ciudad, durante la segunda parte del recital titulado Nostalgia musical del petróleo, se interpretó una selección de corridos, canciones y marchas escritas durante el proceso de la expropiación petrolera, en 1938.
El concierto estuvo encabezado por el conductor de radio y televisión Jorge Saldaña, pero como interprete de boleros, acompañado por las Hermanas Delgado, la maestra y cantante veracruzana Cristina Rodríguez, la intérprete cubana Noelia, radicada en Jalapa, y la Orquesta Nostalgia.
Ante un público en su mayoría en la edad de la plenitud, tras la interpretación de una serie de memorables boleros, como Ausencia, Perfume de gardenias, Sombras, El pregón de las rosas, Quizá, Dos gardenias, Se me olvidó otra vez, Amante a la antigua, entre otros, que estrujaron corazones y avivaron la nostalgia de amores consumados o imposibles, Saldaña y compañía musical pasaron a recordar los sentimientos, el orgullo, el coraje y el compromiso del pueblo mexicano, así como las acciones prácticas, para pagar la deuda tras la expropiación petrolera.
Testimonios y emociones hechos música popular, que quedaron en canciones como Tampico hermoso o El corrido de la colecta: “El martes 12 de abril/ del año que va corriendo/ a la mujer mexicana/ hizo un llamado el gobierno/ todas las mujeres fueron/ para su contribución/ en favor del petróleo/ por lo de la expropiación.
“Vida, qué vas a dar/ para la indemnización/ este relicario de oro/ junto con mi corazón./ Ensíllame mi caballo/que voy a la capital/a llevar 18 pesos/ a la deuda nacional.
“Hermanita de mi vida/ quítate tus abalorios/ que con eso ayudaremos/ a pagar lo del petroleo /y una señora llorando/ un anillo se quitó/ que lo trajo siempre puesto/ desde cuando se casó. Palacio de Bellas Artes/ ya no te podré olvidar/ viendo tanto sacrificio/ me senté a puro llorar/ 1938/ año de liberación/ año de grata memoria/ para toda la nación.”
Tras el recuerdo y la vibrante interpretación, los ánimos y sentimientos del público, en su mayoría de la tercera edad, se transformaron: del olvido, el despecho y el amor imposible o consagrado se pasó al grito: “El petróleo es nuestro”.
El petróleo, expresó Saldaña durante el recital, “aun cuando hemos sido penetrados ideológicamente, reafirma el sentido de nacionalidad entre los mexicanos. En su defensa encontramos un punto de unión, el cual no ha sido bien considerado por quienes se encuentran en el poder. Ellos tienen que considerar que están haciendo una proposición que no es aceptable. Para nosotros es vender lo que pensamos que es nuestro”.
Aplausos y gritos del público en favor de lo dicho dieron paso a las interpretaciones del Corrido del agrarista, El petróleo es nuestro –compuesto por Saldaña y David Melgarejo–, la cumbia Los petroleros, el corrido El Rústico y Marchemos, singular himno de aquellos años en el que se concebía al Ejercito unido con los trabajadores y campesinos en la lucha por la soberanía del país.
El recital devino en emotiva y politizada pachanga, cuando Saldaña y compañía musical interpretaron La Guantanamera petrolera, La mano y el pie, así como una serie de parodias con música de La sirenita, de Rigo Tovar, y de Ojos tapatios, cuyas letras, compuestas por el propio Saldaña, hacen referencia a la defensa del petróleo, a la diputada Ruth Zavaleta, a Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación, y a las mentadas de madre y la macrolismosna del gobernador de Jalisco, Emilio González.
Contentos, al finalizar el concierto, una larga fila se formó para adquirir el disco compacto con varios de los corridos y canciones sobre el petróleo.
Tal selección, explicó Saldaña al finalizar el concierto, es una pequeña aportación, en el contexto actual en el que se intenta llevar a cabo una reforma energética por parte del gobierno federal, con la cual los recursos petroleros pasarían a manos privadas nacionales y extranjeras.
“A pesar de toda la manipulación mediática, el pueblo lucha como en 1938. Es un descaro que quienes están impulsando la reforma energética sean los mismos que se han beneficiado y beneficiarán económicamente. Hay una conciencia en la gente, que ni la televisión alcanza a mermar. Persiste una inconformidad que ojalá el gobierno tome en cuenta.”
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