Desde la tierra de don Benito Juárez García, Andrés Manuel López Obrador afirmó que la iniciativa calderonista para privatizar el petróleo “no va a pasar”, porque los mexicanos no vamos a permitir que se entreguen los bienes de la nación al capital privado extranjero.
En el importante puerto marítimo de Salina Cruz, en donde se ubica una de las seis refinerías que operan en el país, el presidente legítimo de México declaró que “nos van a hacer lo que el viento a Juárez” la derecha panista, sus aliados y todos aquellos que no ven con buenos ojos el movimiento nacional en defensa del petróleo.
Por tratarse de un asunto de primer orden, demandó que Felipe Calderón proceda al inicio de los trabajos de construcción de las tres refinerías que se requieren para dejar de importar 40 por ciento del consumo nacional de gasolinas, en vez de pretender depositar en manos de las compañías multinacionales las áreas estratégicas de Petróleos Mexicanos.
Al reunirse con los brigadistas en defensa del petróleo de este puerto considerado de altura y de gran cabotaje, desechó la idea de convertir a México en sólo una nación generadora de materia prima e importadora de productos elaborados, “como intenta hacerlo el gobierno espurio de Calderón Hinojosa”.
Acompañado por el senador Gabino Cué y por diputados federales que participaron en la toma de la tribuna del Congreso que impidió que se aprobaran las iniciativas de la llamada reforma energética, López Obrador aclaró que “la edificación de las nuevas refinerías ya tendrían un avance de 70 por ciento si Felipe Calderón no se hubiese robado la Presidencia de la República”.
Expuso ante cientos de brigadistas que Calderón propone en su iniciativa de reforma que el Consejo de Administración de Pemex esté integrado por 15 miembros, “de los cuales 10 serían nombrados por él propio presidente pelele y los cinco restantes por el dirigente sindical Carlos Romero Deschamps. Los 15 consejeros de la paraestatal tendrían facultades para asignar contratos directos, en vez de convocar a licitaciones, y hasta les comprarían seguros y fianzas, para quedar exentos de cualquier responsabilidad civil o penal, en caso de que cometieran alguna irregularidad o delito, con lo cual se legalizaría la impunidad y la corrupción”, advirtió.
En suma, puntualizó, los consejeros tendrían manos libres para hacer y deshacer a su libre albedrío.
Al destacar que la toma de la tribuna del Congreso evitó que Calderón Hinojosa consumara una fechoría con la complicidad de los legisladores del PAN y del PRI, informó que el próximo 27 de julio se realizará en todos aquellos municipios gobernados por el PRD, PT y Convergencia una consulta popular para preguntar directamente a los ciudadanos si están de acuerdo con la privatización del sector energético. Una semana después o 15 días posteriores a la mencionada fecha, se organizará una consulta ciudadana en el resto de la geografía nacional, añadió.
“Calderón y el delincuente confeso, Juan Camilo Mouriño, así como la secretaria de Energía, Georgina Kessel, y el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, le tienen miedo a la consulta directa, a la democracia participativa, porque carecen de argumentos para defender un acto indefendible y para refutar que pretenden cometer un atraco, un robo, a la nación”, afirmó.
En el mensaje que dirigió a los integrantes de las brigadas en defensa del petróleo, manifestó que la lucha en contra de la privatización de los recursos naturales es por el bien de las futuras generaciones, de nuestros hijos y de sus descendientes, y los convocó a informar casa por casa, colonia por colonia y pueblo por pueblo sobre la importancia de defender el patrimonio de la nación.
Luego, en su encuentro con los brigadistas de Pochutla, hizo suyas las palabras del Benemérito de las Américas: “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, e informó que el próximo domingo 29 se realizará en el Zócalo de la Ciudad de México una asamblea nacional del movimiento nacional en defensa del petróleo, en donde se definirá la estrategia a seguir en los próximos meses y se darán a conocer los detalles de la consulta popular.
López Obrador hizo énfasis en la necesidad de combatir a fondo la corrupción en Pemex, así como en todo el régimen que mantiene en la opresión y en la miseria a millones de mexicanos, desde hace más de 25 años de política económica neoliberal.
“En lugar de importar alimentos por casi 5 mil millones de dólares, el gobierno usurpador de Calderón debe otorgar créditos y apoyos directos a los productores nacionales, en particular a los comuneros y ejidatarios, para sacar al campo del abandono y para alcanzar la autosuficiencia alimentaria”, señaló López Obrador, y afirmó que la inseguridad y la ola de violencia que azota al país no se resolverá con el discurso de siempre, con aquel de la mano dura, ni con leyes más severas, tampoco con un mayor número de efectivos de las policías y el ejército.
“Ambos problemas se solucionarán con el otorgamiento de espacios de estudio para los jóvenes y con la creación de fuentes de empleo. La paz social es fruto de la justicia”, subrayó.
El presidente legítimo de México continuará mañana su recorrido por la geografía nacional. Se encontrará con los brigadistas de las ciudades de Tlahualilo, Francisco I. Madero, San Pedro de las Colonias y Gómez Palacio.
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