Investigadores y científicos universitarios coincidieron en asegurar que en las iniciativas de reforma energética enviadas por el Ejecutivo al Senado, adolecen de una estrategia tecnológica y no establecen una política integral de largo plazo, además de mantener una visión cortoplacista en la que se excluye el desarrollo de las energías renovables.
En el contexto del primer día de trabajos del foro Ciencia, Tecnología y Reforma Energética, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Javier Jiménez Espriú, ex director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex subdirector comercial de Petróleos Mexicanos (Pemex), afirmó que el desarrollo tecnológico es una de las grandes omisiones de la reforma energética.
Se manifiesta un total desprecio o una acendrada convicción de las autoridades sobre la intrascendencia de la ciencia y el desarrollo tecnológico. Indicó que los grandes contratos “llave en mano”, ahora con los agravantes de la discresionalidad del régimen especial propuesto, inclinan sin remedio la balanza en favor de los grandes consorcios multinacionales dueños del dinero.
“Se obstaculiza aquí y se transfiere al extranjero, la formación del capital intelectual de una nación que en su pobreza y sus limitaciones está paradojicamente subsidiando el desarrollo económico y científico y tecnológico, de los países que lo tienen todo.”
En las iniciativas, dijo, “lamentablemente no se considera, ni se insinúa siquiera, la intención de promover el desarrollo tecnológico, cuya necesidad se hace más urgente a cada minuto.
“Así, cada vez con menos tecnología, firmaremos los contratos y las alianzas con la inocencia de la ignorancia y la perversidad de los intereses de nuestros competidores convertidos en ‘socios estratégicos’ y sus socios locales”.
Por su parte, el senador del PRD Graco Ramírez dijo que la iniciativa oficial está desmantelada en 60 por ciento y que hay coincidencias entre el PRD y el PRI. Entre otros, asistieron Claudia Sheinbaum, secretaria de patrimonio nacional del “gobierno legítimo”, e investigadores de diferentes instituciones.
Víctor Manuel Alcérreca, ex subgerente de integración de planes y programas de Pemex y ex director del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), señaló que es necesario un plan de energía con un horizonte de al menos 25 años. Consideró indispensable que los institutos de investigación salgan de su caja de cristal y se vinculen con el sector productivo del país y establezcan programas de capacitación de personal.
Afirmó que se requiere voluntad política para apoyar a los institutos de investigación. Existe una falta de visión de nuestros gobiernos que sólo consideran a los institutos como un gasto.
En tanto, Héber Cinco Ley, director del IMP, recordó que se habla de ir a aguas profundas, pero advirtió: “No sabemos qué problemas vamos a enfrentar en aguas profundas, por lo que sería una pérdida de tiempo y un desperdicio de recursos”.
En la inauguración, la presidenta de la AMC, Rosaura Ruiz, sostuvo que la reforma energética trasciende la rentabilidad económica y se inscribe en el sentido del proyecto de país; la coyuntura presente convoca a los actores sociales y a la AMC a hacer planteamientos integrales para la formulación de políticas de Estado.
Raúl González García, geólogo de la Asociación de Estudios Pico del Petróleo (ASPO, por sus siglas en inglés), dijo que los altos precios de los hidrocarburos tendrán un “impacto tremendo” en la humanidad. Agregó que si no tomamos providencias y se atiende esta situación con prontitud, “la situación se pondrá peor”.
Ricardo Padilla, investigador de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, sostuvo que la exploración se ha dejado de lado y que ésta es una de las acciones urgentes que tiene Pemex, ya que con ello la paraestatal se puede recuperar. Precisó que en Cantarell se produce alrededor de millón y medio de barriles de petróleo al día, casi la mitad de la producción nacional, pero se agotará en alrededor de 6.8 años, por lo que es necesario explorar en las aguas profundas del Golfo de México.
Julio Sheinbaum, del Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), se refirió a que en México no existe investigación sobre los procesos oceanográficos y meteorológicos; se desconoce el movimiento de las corrientes marinas, factor importante, pues gran parte de la producción nacional se genera en el mar.
Puntualizó que el CICESE fue contratado por la paraestatal para laborar en aguas someras y profundas del Golfo de México, donde se instalarán 35 anclajes –hasta ahora van nueve–, con la finalidad de hacer mediciones oceanográficas y meteorológicas. Destacó que este experimento tiene importancia para el conocimiento de los mares.
Gerardo Bazán Navarrete, del programa de energía de la UNAM, sostuvo que en los próximos 30 años el petróleo seguirá siendo la base del sector energético, por lo cual es importante la inversión en el sector. Cada unidad refinada tiene un valor agregado de entre siete y 20 veces más que una unidad cruda de petróleo, por lo que la refinación y la petroquímica son negocios altamente rentables, señaló.
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