Malinaltepec, Gro., 8 de agosto. “Si el gobierno insiste en aprobar su reforma a Petróleos Mexicanos (Pemex), yo le diría que mejor lo vaya pensando porque, de ser así, estaríamos llamando a todos a la movilización para detener ese nuevo robo a la nación”, advirtió Andrés Manuel López Obrador.
En su gira por la región de la Montaña de Guerrero, zona en que se concentra uno de los mayores niveles de pobreza y atraso en el país, el tabasqueño insistió en que la pretensión de la derecha panista de privatizar el petróleo convertiría a México en una colonia, “y los mexicanos seríamos esclavos en nuestra propia tierra”, por lo que subrayó que el movimiento de resistencia civil pacífica está preparado para impedir la entrega del sector energético a trasnacionales.
Al iniciar este viernes la visita a municipios como Iliatenco, donde prevalece un estado de tensión por la defensa de tierras de esta comunidad, López Obrador explicó que los empresarios extranjeros ambicionan apoderarse del petróleo por tratarse del mejor negocio del mundo, pues si se considera que la extracción de un barril de 160 litros tiene un costo de cuatro dólares, y en el mercado mundial se vende en 120, la explotación de los yacimientos mexicanos “es para las minorías rapaces, las que no tienen llenadera”.
Con la llamada reforma energética –apuntó–, ese grupo pretende continuar el saqueo de las riquezas naturales y de los bienes de la nación. “El petróleo es como la sangre de la tierra, y millones de mexicanos no vamos a permitir su entrega a extranjeros, ya que se mantiene como el mejor negocio del mundo, porque por el momento no hay fuentes alternas de energía”.
Advirtió que de privatizarse el petróleo “habrá más pobreza y el país enfrentará una situación de destrucción. Entonces, tendríamos que resignarnos por los siglos de los siglos a vivir en la marginación”.
Destacó que con la iniciativa de reformas del Ejecutivo federal, “la derecha panista, en complicidad con el PRI, pretende que el país retorne a 1901, precisamente cuando las empresas inglesas y estadunidenses eran dueñas del petróleo y no pagaban ni un centavo por concepto de impuestos. Años después, cuando el presidente Francisco I. Madero intentó de manera infructuosa aplicar un gravamen de 20 centavos, los extranjeros reaccionarios conspiraron, junto con el chacal Victoriano Huerta, para asesinar al presidente Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez.
“Fue hasta 1938 cuando el general Lázaro Cárdenas del Río expropió el petróleo para beneficio del pueblo de México y para convertir el sector en palanca del desarrollo nacional”, resaltó más tarde, al reunirse con habitantes de Atlamajalcingo y Copanatoyac.
Como en los dos días previos, para trasladarse a estos municipios hubo que transitar por caminos de terracería, lodo e interminables deslaves que en no pocas ocasiones tuvieron que ser removidos por maquinaria pesada.
“A pesar de esta situación de pobreza, que se ha agravado en los últimos 19 meses del gobierno usurpador, en los que hemos tenido incrementos en todos los productos, como la tortilla, el maíz o las gasolinas, en Los Pinos hay una pandilla de rufianes, de ladrones, que intenta privatizar el petróleo; esa pandilla tiene como sus cabecillas al presidente pelele, Felipe Calderón, y al delincuente confeso Juan Camilo Mouriño”, afirmó el ex candidato presidencial a su paso por estos municipios de la Montaña guerrerense.
Pasado el mediodía, en Tlacoapa destacó que mientras en toda la geografía nacional se han reportado alrededor de 6 mil asesinatos en sólo 19 meses de “mal gobierno, Calderón cree que apareciendo en la televisión va a resolver los problemas; pero se equivoca, porque el aumento de los índices de inseguridad es fruto de la imposición de un régimen que sólo favorece a una minoría y mantiene en la pobreza a millones de mexicanos”.
Durante su tercer día de recorridos, de los cinco que hará esta semana para visitar 27 municipios del estado en los que habitan comunidades indígenas y campesinas, López Obrador enfatizó que el país atraviesa una crisis política y económica que se refleja en el incremento de los niveles de desempleo e inseguridad, como resultado “de un sistema corrupto, antipopular y entreguista que está vigente desde hace 26 años y que sólo busca mantener los privilegios de los poderosos”.
En ésta, una de las regiones más pobres y con mayor atraso social en el país, rechazó que en México “haya ciudadanos de segunda y hasta de tercera y que el gobierno sea un comité al servicio de unos cuantos. A los de arriba, a los potentados, no les interesa el sufrimiento de la gente, y los gobiernos neoliberales, tanto de origen priísta como panista, no han hecho nada en beneficio de los ciudadanos; sólo han provocado mayor pobreza y mayor carestía de la vida”, apuntó.
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