4.19.2008

López Obrador: tres condiciones para la reforma de Pemex

Andrés Manuel López Obrador aseguró ayer, en entrevistas radiofónicas, que la campaña en su contra se ha llevado al extremo. Señaló que, equiparada con la guerra sucia de 2006, la condena “ahora se elevó” por parte de la derecha. Antes, afirmó, decían que yo era un peligro para México y ahora hasta me comparan con Hitler. “De mí pueden decir muchas cosas, pero nunca van a poder decir que soy incongruente y ratero”, manifestó.

El ex candidato presidencial aseguró que ya se alejó el riesgo de un albazo para aprobar, a escondidas del pueblo, la reforma petrolera, por la resistencia civil pacífica que encabeza, y porque está por concluir el periodo ordinario de sesiones, y la Comisión Permanente no tiene facultades para hacer esas reformas. Pero defendió que es indispensable un debate nacional, amplio, donde todos participen, el tiempo que sea necesario, para que la gente esté informada de la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex) y del propósito de las iniciativas que Felipe Calderón envió al Senado.

Después de esto y de que el pueblo de México decida qué se debe hacer en la materia, a través de un plebiscito o referendo, se puede dar una reforma energética, afirmó, “siempre y cuando se cumplan tres aspectos: que no se privatice, no se viole la Constitución y no haya corrupción”.

Indicó que las tribunas del Congreso de la Unión se liberarán el 30 de abril, cuando termine el periodo ordinario y “se aleje el riesgo de que den un albazo”, e insistió que “estamos en favor del debate y que todos los mexicanos opinen sobre este asunto”, pero “no queremos un remedo de debate”, sino que sea abierto, se transmita por radio y televisión en cadena nacional.

Planteó que su propuesta incluye seis temas, de los cuales citó cinco: petróleo y soberanía; petróleo y Constitución; petróleo y desarrollo; petróleo y corrupción, así como petróleo y paz social.

Después de que la organización Mejor Sociedad, Mejor Gobierno lo señaló como autor de las tomas de las tribunas de las cámaras de Diputados y de Senadores y comparó el hecho, en un espot televisivo, con la clausura que en su momento realizaron del Congreso de sus respectivos países Adolfo Hitler, en Alemania; Benito Mussolini, en Italia; Augusto Pinochet, en Chile, y Victoriano Huerta, en México, López Obrador señaló:

“Se ha desatado toda una campaña que yo respeto, pero que no comparto, desde luego”, y recordó que el jueves, el primero en señalar que “tenemos mucho que ver con (Agustín de) Iturbide, (Antonio López de) Santa Anna y con (Victoriano) Huerta” fue el escritor Enrique Krauze, el mismo que, agregó, antes de la elección de 2006 me llamó “mesías tropical”.

Y llama la atención, continuó, que “después de esta lanzada de Enrique, inicia en la televisión una campaña, también auspiciada por la derecha, para decir que soy Hitler, Mussolini, Pinochet. Entiendo que ellos sostengan estas posturas pero no las comparto”, aseveró, “porque lo que hacemos es defender el petróleo, y por eso actuamos como lo estamos haciendo”.

No queremos, subrayó, que la privatización del petróleo se concrete, y mucho menos que en sigilo se dé la entrega de este bien a particulares. “Que el pueblo sepa cuál es el propósito fundamental” de las iniciativas que envió Felipe Calderón al Senado, demandó.

Precisó que para quienes integran el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo queda claro que las propuestas de reforma violan la Constitución, van hacia la privatización de esa industria y agregó: sostenemos que “se está construyendo un andamiaje que agravará la corrupción en Pemex”.

López Obrador insistió en la urgencia y necesidad de un debate amplio, nacional, el tiempo que sea necesario, para aclarar si hay o no intención de privatizar, para que la gente tenga los elementos para decidir el futuro del petróleo. “Podemos, como se hace en otros países, preguntarle mediante referéndum y plebiscito porque esas figuras ayudan mucho”, y aclaró que sólo en los sistemas totalitaristas, no se permite la discrepancia.

Recordó que mañana, en las plazas públicas de todo el país, se celebrarán asambleas informativas sobre la defensa del petróleo, porque ante “el cerco informativo hemos decidido que cada uno (de quienes forman parte del movimiento que encabeza) se convierta en un medio de comunicación, y vaya casa por casa, pueblo por pueblo, barrio por barrio, informando, para que conozca sobre las gravísimas consecuencias que traería privatizar”.

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