4.05.2009

Por ser retrógrada, conservadora y reaccionaria, la derecha no va a echar raíces ni vamos a darle entrada en el DF, afirma López Obrador

México, Distrito Federal
Sábado 04 de abril de 2009


La derecha es heredera del pensamiento de los hacendados de la época porfirista, precisa

Consideran los pirrurris y la derecha que el pueblo está pobre porque es flojo, expresa

El establecimiento de un Estado de Bienestar es el objetivo principal del movimiento por la transformación de México, asegura

En el quinto día de recorrido por las delegaciones políticas del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador pidió a los capitalinos no darle entrada a la derecha, por ningún motivo, por considerarla conservadora, retrógrada y reaccionaria.

A pesar de las diferencias que haya en el interior del movimiento progresista por la verdadera transformación del país, el presidente legítimo de México exigió de los capitalinos: ¡Nada de darle entrada a la derecha, nada de andarle dando el paso a la derecha!

Y subrayó que “aquí, en el Distrito Federal, nada de derecha ni nada de conservadurismo”.

Durante las asambleas informativas que sostuvo este día con vecinos de las delegaciones Gustavo A. Madero, Azcapotzalco, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, aclaró sin embargo que la derecha no va a echar raíces en el corazón político de México. “No van a pasar los pirrurris, la derecha no va a pasar”, enfatizó.

La derecha, explicó, se inspira en la mentalidad conservadora de la época porfirista. “Es heredera del pensamiento de los hacendados y, aunque no lo expresa abiertamente, considera que hay pobreza porque el pueblo es flojo” y no reconoce que es por falta de oportunidades de trabajo y de estudio.

A manera de ejemplo, recordó que durante su gestión como jefe de Gobierno del DF aplicó el programa de apoyo a adultos mayores y de inmediato el entonces presidente Vicente Fox salió a declarar que se trataba de una medida de carácter populista y hasta propuso que lo mejor sería poner a trabajar a las personas de la tercera edad.

En consecuencia, la verdadera doctrina de la derecha panista es la hipocresía, subrayó.

Acompañado por representantes del movimiento en defensa de la economía popular, como Alejandro Encinas, así como por los dirigentes capitalinos del PRD y Convergencia, Manuel Oropeza y Guillermo Orozco, afirmó que el bienestar del pueblo, el establecimiento de un Estado de bienestar, es el objetivo principal de la lucha por la transformación de México, en el que participan millones de mexicanos libres y conscientes.

“Para que nadie se confunda, la lucha por el cambio real y auténtico no es por la ambición al dinero ni por el ¡quítate tú, porque voy yo!, tampoco por la ambición al poder por el poder”, precisó.

El movimiento se caracteriza porque es pacífico y se distingue y es diferente a las acciones de la derecha, de los potentados y de la minoría rapaz que no quiere perder privilegios, aclaró al convocar a los habitantes de la capital a no permitir que “la derecha gobierne en el Distrito Federal, porque sus integrantes no creen en los programas sociales”.

En el quinto y penúltimo día de recorrido por las 16 delegaciones políticas, López Obrador aseguró ante vecinos de Gustavo A. Madero y Azcapotzalco, que la económica de corte neoliberal se sintetiza a la aplicación de una política de pillaje y de saqueo, como lo representa la privatización de alrededor de mil empresas públicas en los últimos 27 años de administraciones priistas y panistas.

Durante ese lapso sólo se ha beneficiado a los banqueros y a los grandes empresarios nacionales y extranjeros que ahora son dueños de las minas, los puertos, los aeropuertos, las líneas aéreas, los ferrocarriles y los bancos, señaló.

Tanto en las mencionadas demarcaciones como en Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, se refirió a la línea crediticia, por 77 mil millones de dólares, que solicitó el presidente espurio, Felipe Calderón, a los organismos financieros internacionales.

Hizo énfasis en que dicha petición se hizo sin la autorización del Congreso de la Unión, lo cual representa una violación al espíritu y texto constitucional y, como lo ha anticipado de manera descarada el Banco de México, los recursos se usarán para rescatar a banqueros y grandes empresarios en quiebra, aseguró.

Por ejemplo, de los 77 mil millones de dólares, se tomará un promedio de 15 mil millones para saldar la deuda que tiene la principal cementera del país, Cemex, pero ni un dólar se canalizará para apoyar a comuneros, productores, campesinos, ejidatarios, pequeños y medianos empresarios, “para que resistan los efectos de la crisis”.

Como en otras ocasiones, destacó, “se va a rescatar a los mismos de siempre”.

Pero lo peor de todo, añadió, es que tanto la mayoría de los medios de comunicación, así como senadores y diputados se dedicaron a aplaudir en coro por la contratación de la nueva deuda, que duplicará de un plumazo el monto total, de 86 mil a 163 mil millones de dólares.

En la jornada de este sábado, López Obrador expuso que este año se ejercerá un presupuesto público de casi 3 billones de pesos que, si se distribuyeran bajo el principio de equidad, tocaría a cada una de las 26 millones de familias alrededor de 10 mil pesos mensuales.

En entrevista que concedió al término de su encuentro con los vecinos de Venustiano Carranza, afirmó que, por su trabajo, “yo me he tenido que tomar fotos con mucha gente, incluso con el cártel de Los Pinos”.

Para mañana el presidente legítimo de los mexicanos encabezará asambleas informativas en Tláhuac, Iztapalapa, Iztacalco y Benito Juárez.

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